Motivacion deportiva: “Lo que te mueve”

Hablamos de motivación a aquellas cosas que impulsan a un individuo a llevar a cabo ciertas acciones y a mantener firme su conducta hasta lograr cumplir todos los objetivos planteados. Tiene dos dimensiones fundamentales que definen a la motivación y la caracterizan, que son la dirección y la intensidad. Mediante la dirección se hace referencia a la tendencia a acercarse o evitar un determinado objetivo o meta y la intensidad da cuenta de la magnitud de la conducta de acercamiento o evitación. Entendemos también por motivación, aquello por lo que se siente entusiasmo, las ganas, querer la superación, deseo por mejorar, avanzar, quitar limites, barreras y todo esto con el fin de un bienestar consigo mismo y lo que ha conseguido. Estas similitudes a la motivación, incluyéndola a esta, guardan una relación
estrecha con el deporte. Entendiendo deporte en su más amplia extensión desde la práctica eventual y esporádica hasta las carreras deportivas y de competición.

Centrando la atención en esta última, el deporte de alto rendimiento orientado a objetivos de competición, comienza con la toma de contacto con la disciplina deportiva a temprana edad, aprendizaje sobre ella, características y conocimiento básicos de esta. A medida que el atleta se va desarrollando, paralelamente también lo hará sus conocimientos, estos toman un carácter más complejo; es decir, correlacionará positivamente el desarrollo físico con sus habilidades, aptitudes y destrezas ante la práctica deportiva.

Motivación deportiva
Motivación deportiva

En el momento de comenzar una vida deportiva y el mantenimiento de ella, dependerá de si esto a lo que se dedica tiempo, te da satisfacción de alguna manera; si te sientes realizado con lo que haces. La satisfacción es necesaria ya que significa que llegar a unos objetivos tales como la competición de importancia, conlleva una trayectoria de entrenamiento, perseverancia, trabajo en debilidades y puntos fuertes y por ello requiere motivación para evitar el cese.

La orientación se refiere a el tipo de objetivo que busca una persona al practicar un deporte. Existen dos tipos de orientación hacia la motivación: hacia la tarea y hacia los resultados. En primer lugar, el atleta deberá de tener unas metas, algo que alcanzar, mínimamente una para tener una orientación o guía, se hará un análisis de qué es lo que tiene que hacer para conseguir esa meta y trabajar sobre esas cosas necesarias que le harán estar más cerca de él, en este proceso estará presente desde su inicio a su fin la motivación, que será el combustible de este motor, en este caso el atleta.

Este trabajo constante conlleva meses o incluso años de preparación, ajustándose, según va acercándose el momento tan esperado, en este caso nos referimos a la competición, dónde pones todas esas horas y ese esfuerzo en práctica. Entendiendo dentro de la competición muchas variables que juegan papeles importantes, ya no sólo es la motivación que te ha ayudado a estar a ese nivel en ese momento, sino la mezcla de emoción y estado de nerviosismo que pueden aparecer en este tipo de situaciones cruciales para el atleta; momentos decisivos que ponen a prueba.

Motivación deportiva
Motivación deportiva

Tenemos en cuenta que hay un trabajo, como también sabemos que la motivación ha estado latente en ese proceso previo, pero… ¿y qué ocurre durante la competición? ,¿ qué pasa si algo sale mal o no va de la forma que queríamos que fuera?, ¿qué ocurre con esa motivación?. Hay que tener consciencia plena de que cualquier cosa puede pasar, que en definitiva las situaciones son vulnerables a cambios inesperados, que parezcan que nos pueden alejar del objetivo o meta esperada; es cuando la orientación hacia al motivación del resultado se puede ver afectada. Desconcierta al atleta, lo distrae e incluso puede disminuir esa intensidad con la que se había comenzado.

Sabiendo esto, debería de abordarse con un plan estratégico en forma de prevención a lo que pueda ocurrir, un plan b al que recurrir, que ayude a mantener a el atleta en el rendimiento idóneo.

Tanto la motivación dirigida a la tarea (proceso), como al resultado (competición) son importantes mantenerlas ambas, ya que sin motivación a la tarea no habrá un resultado posible siquiera y por otro lado sin motivación dirigida al resultado no habrá una autorealización, independientemente de que una vez finalizada dicha competición el resultado sea bueno o malo. Lo importante destaca en mantenerse en esos momentos en los que sin haberse determinado un resultado, a pesar de las vulnerabilidades y cambios que suceden, con una motivación constante y sostenida, siendo capaz el atleta con esto de controlar la situación con firmeza y determinación.

 

Delioma de la Guardia

Alumna en prácticas de Grado de Psicología de la Universidad de la Laguna

Comments 2

  1. Euriel CRUZ VEGA
    9 septiembre, 2018

    yo soy flash mobile

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