“La Fuerza”, entendida como un estado psicológico, de Star Wars no está tan lejos de ser alcanzada. Hay una aproximación psicológica que permite obtener este estado.
“La Fuerza”, definida por las películas cinematográficas más exitosas de la historia como aquella energía que está en todos los seres vivos y que mantiene en equilibrio la galaxia, se divide en dos aspectos: el lado luminoso y el lado oscuro.
El primero, consta de una mente equilibrada, sana, fomentando las emociones positivas, un bienestar personal alimentado de pensamientos constructivos. Un aspecto solo alcanzable mediante la meditación y la concentración en el momento presente (“Su mente nunca ha estado donde tiene que estar”, Yoda a Obi-Wan). Esta división de “la Fuerza” coincide mucho con las teorías recientes del Mindfulness, las Terapias de Tercera Generación y el pensamiento centrado en el aquí y en el ahora (“Recuerda, concéntrate en el momento “, Qui-Gon-Jinn a Anakin antes de la carrera de vainas).
El segundo, se caracteriza por emociones como el miedo (“El miedo, un camino hacia el lado oscuro es”. Yoda), la ira, los celos, el sufrimiento, la codicia y un estado emocional dañino para la mente (“Si una vez tomas el sendero del lado oscuro, te consumirá”, Yoda). El lado oscuro hará mención a aquellos estados psicológicos de ansiedad, tensión, pensamientos destructivos en el que las emociones toman el control de nuestro raciocinio. Nos referimos a un estado de amargura sobreactivado, un nervio constante en el que la incertidumbre se convierte en el peor compañero de viaje.
Tras comprobar la gran cantidad de similitudes entre “la Fuerza” y estados psicológicos, observamos que el resto de la saga está llena de alusiones a la mente y a procesos psicológicos. La psicología en Star Wars se convierte en un metacomponente de toda la saga.
“El apego a los celos conduce, la negra sombra de la codicia es (Yoda”), en referencia a los peligros que conlleva ciertas clases de amor de carácter posesivo: un tipo de celos que pueden desencadenar hoy en día en casos de violencia de género. Sin duda alguna, el maestro Yoda sería un gran psicólogo: “Deshacerte debes de aquello que temes perder”, esta frase resulta tan irónica como cierta. Una referencia más a la dependencia emocional.
Encontramos también menciones a aquellos cambios relacionados con la conocida responsabilidad emocional: “No es diferente, solo es diferente tu mente” (Yoda). ¿No nos recuerda esta frase a los etiquetados que tendemos a realizar hacia grupos de discapacidad, por ejemplo? Dando el control a nuestra capacidad mental de poder elegir en que aspectos queremos centrarnos: aspectos positivos de la vida o aspectos negativos (lado luminoso vs lado oscuro).
Que “la Fuerza” está en la mente es una teoría que afirmamos, tal y como dijo Obi-Wan: “La Fuerza está en la mente y a veces puede usarse para influir en los otros”. Recordemos como los Jedis utilizaban sus poderes mentales para manipular a los droides. Desde la psicología y los estudios narrativos y de habilidades sociales, es sabido de la influencia de la palabra para negociar e incluso para favorecer el “darse cuenta” (insight) en las personas. Por lo tanto y bajo estas características, ¿podemos llegar a dominar “la Fuerza” como si de un estado mental se tratase?
Tanto las ciencias de la mente como aquellas que estudian el comportamiento humano, buscan constantemente la manera de tener autocontrol en nuestro propio cerebro: tener una buena inteligencia emocional y ser capaz de dominar nuestras emociones y pensamientos. No obstante, es una cualidad que no todas las personas creen que tienen (“Ese fue el problema de que no lo consiguieras, que no creíste”. Yoda). George Lucas era consciente de esta capacidad humana en los años 70: “La Fuerza nos rodea a todos nosotros, los hombres creen que ésta dirige nuestras acciones, y no a la inversa. El conocimiento de manipularla fue lo que le dio al Jedi su poder especial” (Obi-Wan).
¿Tendremos nosotros un poder especial si conseguimos dominar las emociones, transformando nuestros pensamientos en positivos y alcanzando un buen equilibrio mental? ¿Hacia dónde queremos dirigir nuestra Fuerza? ¿Hacia una mente equilibrada, sin miedo y sin odio o hacia unas acciones gobernadas por la venganza y la codicia? “Nada es imposible”, “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.
¡ Y que la fuerza (la positiva) te acompañe !
Jorge F. Pastor Ruiz de la Fuente
Psicólogo especialista en psicología de la educación y en psicología aplicada al deporte.