Ansu Fati es un jugador de fútbol de 17 años hispano-bisauguineano que milita en el FC Barcelona y que el pasado día 3 de septiembre hizo su debut con la selección española absoluta. Si no fuera poco con tener 17 años, tres días después marcó su primer gol oficial con la selección española, convirtiéndose en el jugador más joven en marcar con la roja.
Jugadores como Bojan, Deulofeu, Muniesa, Sarabia, Eto´o, Varane, Vinicius, Messi y Raúl González entre otros, han debutado en primera división a edades muy tempranas. En muchas ocasiones, han conseguido «truinfar» (aunque habría que desarrollar este concepto) y en otras se han quedado en el camino o se esperaba más de ellos. Aquí viene el primer problema: la expectativa.
Los contratos millonarios, los salarios, las expectativas, la presión mediática, la presión familiar, el apoyo social, los nervios, la gestión de emociones, los hábitos poco saludables, las relaciones íntimas, las malas influencias, etc. Son sin duda variables que pueden jugar un papel fundamentes en el desarrollo profesional, personal y deportivo de una persona.
A continuación te dejamos claves para que un jugador joven como Ansu Fati no pierda la cabeza:
En primer lugar, vamos a centrar estas claves en aquello que el deportista puede controlar. Un factor clave sería la paciencia, sin embargo, no sólo de Ansu Fati, sino también de la afición, periodistas, entrenadores, etc. Desgraciadamente, un deportista no puede controlar esos factores, solo puede intentar controlar lo que está a su alcance. Por lo tanto, la primera clave sería limitar intentar controlar lo que está a su alcance.
Como comentamos, la paciencia es fundamental. Tiene 17 años. Aún le faltan muchas victorias, muchas derrotas y mucha experiencia por vivir. Por esta misma razón, habría que educar al deportista en un pensamiento centrado en el aquí y en el ahora. Con la mente centrada en el presente, los pensamientos y emociones también estarán encaminadas en esta vía. Gracias a ello, disfrutaremos más del proceso, y no tanto del resultado. Ansu Fati, será más consciente de su día a día y por lo tanto su equilibrio emocional será mayor, dejando atrás estados de ansiedad, depresión o nerviosos.
Las relaciones sociales. Es muy importante enseñar al deportista a rodearse de personas que le aporten, personas que sumen. Desprenderse de la toxicidad que puedan generar algunas se convierte en un pilar fundamental. La mayoría de investigaciones centradas en deporte y relaciones sociales se basan que cuanto mayor es la calidad de las relaciones sociales mejores son los procesos de aprendizaje, mejor es la búsqueda de soluciones, mejor es el control emocional y mejor es el afrontamiento de los problemas.
Un aprendizaje centrado en la solución, y no en los problemas. Cuando nos sucede un problema, tendemos a darle vueltas en la cabeza, tener pensamientos rumiativos, buscar un por qué en vez de un para qué. Una filosofía de vida planteado en la búsqueda de soluciones en vez de en el problema ayudará al deportista a ver el problema como una oportunidad de aprendizaje. Cuando hablamos de este estilo vital, hablamos de la resiliencia.
Por supuesto, además de todos estos factores, también tendremos que tener en cuenta: la motivación, la autoestima, la recuperación de lesiones óptima, los hábitos de vida saludable, alimentación, sueño, la gestión económica, la capacidad de superación, la ambición y muchos otros factores más. Muchos de estos factores son entrenables a través de la psicología y con su profesional correspondiente: el psicólogo deportivo.